Dos nuevas películas se presentaron ayer en el Festival. La primera de ellas fue "On the road", película que ha realizado Walter Salles sobre el mítico libro de Jack Kerouac "En la carretera".
La historia trata sobre tres jóvenes que recorren Estados Unidos viviendo la vida a tope. Por supuesto, eso incluye, sexo, drogas, alcohol y cualquier cosa hedonista que se les ponga a tiro. La sensación que ha quedado a la crítica después de ver la película es de decepción. y es que el material en el que se basa tiene un halo de descontento que era muy difícil de trasladar a la pantalla. Si a eso le sumamos que los actores principales, Garret Hedlund y Sam Riley no dan la talla con sus papeles, pues estamos ante una película fallida.
Para presentarla en Cannes, a parte del director también estaban la protagonista femenina, Kristen Stewart, el magnético Viggo Mortensen y Kirsten Dunst, quien repite la experiencia de estar en Cannes, aunque en esta ocasión no tuvo que pasar la vergüenza que sufrió el año pasado con Lars Von Trier.
La otra película en presentarse fue "Holy motors" de Leos Carax. Esta cinta ha sido descrita como la más marciana de entre todas las películas que se han visto. La película no tiene argumento, ni historia, ni nada, pero como experimento funciona. A eso ayuda el repartazo tan ecléctico del que cuenta, con Denis Lavant, Michel Piccoli, Kyle Minogue o Eva Mendes. Todo este batiburrillo ha hacho que la crítica se divida y mientras que algunos encuentran la película como el colmo de la originalidad, otros creen que es una soberana estupidez y una tomadura de pelo.
Fuera de competición se etsrenaron las nuevas aventuras de Bernardo Betolucci ("Me and you") y Jamie Rosales ("Sueño y silencio"). Ante el primero, el mundo del cine se rindió a sus pies. Respecto al segundo... mejor corramos un tupido velo.
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