Brad Pitt será el productor de la película que va a dirigir Rupert Golld y que lleva el muy apropiado título de "True story".
La película está basada en el caso real del periodista Michael Finkel (interpretado por Jonah Hill, amiguete de Pitt y recién salido de su nominación al Oscar), quien descubre que el asesino Christian Longo, acusado de matar a su propia familia (en este caso, el actor que le da vida es James Franco, tan insoportable como el anterior), y que ha estado usando la identidad de Hill para esconderse en México.
Para terminar de liarla, Longo pone como condición hablar solamente con Finkel, quien acaba de ser despedido del New York Times y ve de esta manera una oportunidad de recuperar su carrera.
Como podéis comprobar, la cinta es rocambolesca y es una de esas ocasiones en las que la realidad supera a la ficción.
Lo único malo es el protagonista de estos dos actores, que me parecen de lo más insufribles. En el caso de Hill, porque es como una estatua de cera y sus comedias, nunca me han hecho la menor gracias y en el caso de Franco, por esos aires de sufieciencia que se da y que ya llegan a cansar un poco, aunque no le niego el talento.
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